sábado, 20 de enero de 2007

DE LA CASTA Y EL CORAJE





Ha tardado en aparecer por aquí, pero no he querido hacer mención antes, para que no pareciera fruto de la euforia de los últimos meses.


He elegido el día de hoy para volver a sentirme SEVILLISTA. No es que antes no lo sintiera, ni mucho menos, pero como los últimos tiempos han sido tan especiales para el sevillismo he querido que fuese hoy. Hoy que acabamos de empatar a cero con el Villareal.




El comienzo del nuevo año no ha sido como la segunda mitad del pasado. Nada que ver.


En el pasado 2006, con la consecucion de los títulos Copa de la UEFA y Supercopa, vinieron a mi memoria recuerdos de mi infancia. De unas escaleras en la tribuna de preferencia por las que subía y bajaba jugando durante los noventa minutos sin hacer mucho caso a lo que pasaba en el césped. De las puertas del vestuario por las que veía pasar a Francisco, Ramón, Polster... De las tertulias de los taquilleros que siempre vieron el partido en el pasillo de pie.




Pero sobre todo, estos tiempos de ilusión sevillista, me han recordado a un hombre.


Un hombre que vió al Sevilla F.C. en el viejo Nervión. Un hombre que andaba muy rápido, como ando yo.Y muy rápido ibamos los Domingos por la tarde desde el polígono de San Pablo hasta el Ramón Sanchez Pizjuán. Sevillón de los malos. Se pasaba los partidos quejandose y criticando al equipo. Para él cualquier tiempo pasado era mejor. Decía alineaciones historicas del Sevilla de carrerilla. Si los hubieses visto este año... Pero seguro que lo has visto. Porque el tercer anillo que ahora quieren construir, hace tiempo que existe. Lo forman viejos como él.


Era bajito y calvete. Se llamaba Emilio Reguera y era mi abuelo. Gracias a él tengo la gran suerte de ser sevillista.


Un beso abuelo. Y otro para el primo Antonio.


Por más vueltas que le doy, no me queda más remedio que seguir siendo quien soy.

3 comentarios:

Kiski dijo...

Excelente post.

Desde la envidia sana de no haber podido vivir con más asiduidad durante mi infancia lo que dices.

A modo de anécdota recuerdo cuando por preferencia se paseaba un señor mayor vestido de blanco con almendras y demás. Yo pensaba que era gratis y cuando cogí un paquete la mirada fulminante de mi padre me hizo entender que no.

Un Saludo

Paco Reguera dijo...

Ja ja ja ja... En la espalda del babi blanco de aquel señor ponía GOLOSINAS LORENZO en rojo. Tambien lo veía en la plazatoros. Eran dos. Uno canoso con gorra, y otro calvo. Qué de recuerdos.

Cuídese!!

Alberto de Paz dijo...

po zi!! mira x donde, yo siendo mucho más joven también lo recuerdo, por preferencia creo que siempre iba el canoso, al menos ese es el que yo recuerdo.

Reguera que no cunda el desanimo que esto es un bachecilllo de na.

Por cierto, xq tienes esa facilidad para emocionarme? mi abuelo gracias a dios sigue todos los donmigos en el banco de pista de preferencia, pero la verdad que son muchos los recuerdos de mi infancia( mucho más cercana que la tuya jajajaja;) ) que me han venido al leer tu articulo.

1 abrazo y a bordarlo este domingo en el rocio y en nervión!!