jueves, 19 de abril de 2007

New York, New York!!

Dejo simplemente unas lineas desde el hall de mi hotel, en la 32E, entre la 5ta y Madison Avenue.

Nos vamos a Times Square a ver un musical, Chicago. Quien dijo que no hay marcha en Nueva York?????


Saludos a todos, See you later!!!!

sábado, 7 de abril de 2007

SER CACHORRISTA

De cuatro, dos medias.
Una vez mas, y van cuatro seguidas, ayer mi Hermandad del Cachorro no pudo hacer estación de penitencia a la Catedral. Nos tuvimos que volver a refugiar en la Parroquia de la Magdalena como hace cuatro años. La lluvia volvió a aparecer en la Calle Castilla obligando a la cofradía a apretar el paso hacia San Pablo.


La vuelta no dejó de ser curiosa por el puente del Cristo de la Expiración. Ahí llevais eso CECOP. Que el Cachorro vuelve a su casa por donde quiere y cuando quiere. Bastante gente alredeor de los pasos. Estación de penitencia frustrada una vez mas.

Qué le vamos a hacer. Ser del Cachorro tiene estas cosas.

Sólo culpo a la Luna. De la que me siente fiel seguidor. Sólo ella puede ser la culpable de que llueva cada Viernes Santo. El cambio de luna. La primera luna llena de la primavera, la Luna de Nissan. No tengo otra explicacion. Esa, y que es mas fácil que llueva de día que de noche, por la formación de nubes con temperaturas algo mas altas. De ahí también que no salieran las primeras cofradías del Jueves Santo, y sí las últimas y las de la madrugá.

Ya no sabemos qué bromas hacer. Intentaremos que presentando las últimas cuatro papeletas de sitio, nos regalen la del año 2008 :)
No llegamos a la campana desde que se aprobó la salida de hermanas nazarenas. Guasa.
Que si las potencias y la corona, que si el Hermano Mayor, ...

Sin embargo estamos tranquilos. Porque ser de Cachorro tiene estas cosas.
Ya está Dios en el suelo. Preparado para recibir el beso de toda Triana y Sevilla mañana.

Me pongo en marcha camino de San Lorenzo. El panorama sigue siendo feo.

Un abrazo fuerte a mis amigos y amigas de La O.

martes, 3 de abril de 2007

LUNES Y MARTES SANTO



-Pasan dos minutos de las tres de la mañana de este ya Miercoles Santo. No consigo dormir.





-El Lunes Santo pasó, como tenía que pasar. Lo mismo de siempre, que siempre es distinto, vivido desde otro lugar.


Paseo grande al de la túnica blanca. En su línea. Ascendente.


Superados facilmente los problemas que causó el olivo, montado con toda la buena fe del mundo. Un beso a Dani y a Manolito. No pasa nada.





-El Martes Santo que podría ser para olvidarlo, no lo olvidaré jamás. He coincidido con mi amigo Basilio, en que hoy ha pasado algo. No sabemos qué.





Pasado el cruce de la Juncal, cuando empezaba a chispear, nos ordenan dar la vuelta y volver a la Iglesia. La lluvia fue aumenatndo y en la calle Afán de Ribera, el Cristo del Desamparo y Abandono (que nunca fue ni desamparado ni abandonado) recibía del cielo una monumental tromba de agua. No es justo. Me quito el sombrero con la cuadrilla. De categoría. Elegantes hasta en los peores momentos. Obedientes como ellos solos.





Pero hoy, en las calles de Cerro del Aguila, ese barrio retirado del centro, al que dan de lado muchos puristas de nuestra Semana Santa, he sentido cosas inexplicables.


Quizas haya sido ver como chorreaba el agua a borbotones por lo pies del Cristo del Cerro, o por los aplausos del barrio, o por sentir como amigos lloraban de rabia detras mía, no lo se...





-Hoy Martes Santo, he visto como un hombre, de 59 años, con mas de treinta años en esto, me daba otra lección. De las muchas que me da cada día. He visto como entre cables, arboles, bulla, jaleo, 100 hombres tocando, coches aparcados, y un monumental aguacero, mi padre mandaba un paso de nueve trabajaderas llorando. Hoy hemos llorado los dos. Y a él, casi no se le ha notado.





-Al menos tuve tiempo de levantar el paso en la calle Aragón, recordando a una mujer que fallecio la pasada primavera. Vivió en esa misma casa muchos años. Y en esa misma casa dio a luz a mi madre. Sus hijas siguen viviendo la cofradía allí. En la puerta de aquella humilde casa. Mi abuela se llamaba Angelita y tres de sus nietos vamos los Martes Santos en la cofradía.





-Por ella, y por cosas que no se explicar, hoy amigo Basilio, yo tambien me siento mas del Cerro que la velá de Septiembre.









Por mas vueltas que le doy, no me queda mas remedio que seguir siendo quien soy.