sábado, 2 de agosto de 2008

TREINTA DUENDES

Son treinta. Elegidos. Quizás durante el año no los veas nunca. Puede ser que estén escondidos hasta finales de Julio, fecha en la que se empiezan a dejar ver por la Velá de Triana. Y antes de que termine Agosto, vuelven a desaparecer.


Estos treinta duendecillos son de muy corta estatura pero muy grandes por dentro. Sin embargo el jefe de estos duendes es grande tanto por fuera como por dentro, como su padre que en gloria esté.


Aunque sean pequeños, no se asustan ante la gran responsabilidad que se les confía. Tan importante como para que mas de una ciudad confíe en ellos y todo un gremio los envidie. Y es que son herederos de un oficio que miman para que se conserve tal cual.


Serios en el trabajo y revoltosos cuando se ha terminado, como todo duende que se precie.


Si estas atento y eres listo, quizás los veas el próximo día 15. Tiene que ser muy temprano. Rondarán La Catedral. Van completamente vestidos de blanco. De pies a cabeza.


Desde aquí, duendecillos, deciros que os envidio con toda mi alma, por ser los encargados de pasear y mostrarle a Sevilla a la Dama con el nombre mas sevillano. Os envidio enormemente por ser los costaleros de La Virgen de Los Reyes, que para mi es mucho mas que cualquier título nobiliario.





En Sevilla, el día en que D. Eduardo Bejarano me igualó en la primera de La Virgen y me dijo que me salía de alto.

Y es que ser un hombre de La Virgen es muy difícil...



10 comentarios:

Anónimo dijo...

No me la pierdo ni un solo año... aún siendo muy temprano... mi padre desde bien chica me llevaba todos los años a contemplarla en su salida.

Anónimo dijo...

Te aseguro que habemos muchos en peor situación que tú, con nuestra intención de pasear a nuestro Cristo o Señora por las calles de Sevilla.

Pero esto nos lo impide la "dictadura" que existe en el mundo del costal.

Quien no tiene padrino no se bautiza.

Así de claro.

Enhorabuena por tus articulos.

Paco Reguera dijo...

Amigo anónimo:
No creo que exista ninguna dictadura en el mundo del costal.
Si hablamos de alturas tenemos que hablar de lógica. Independientemente de que uno u otro capataz prefiera trabajar con hombres mas o menos alto.
Y esto, este oficio, sigue siendo como siempre. Cuando se buscaba a los capataces en sus lugares de encuentro para pedir trabajo. Y esto no significa hacer la pelota ni tener que invitar a cervezas que yo por ahí no paso. Pero si mostrar un claro interés a un capataz hasta el punto de que llegue a interesarse por ti.



Amiga María:
Mi padre tambien "me llevaba de la manita" en este caso la mañana de La Virgen.

Un beso.




Cuídense!

Anónimo dijo...

Te agradezco que me respondas y muestres interes por lo que te comento.

Pero he de decirte, que desgraciadamente, en muchas Hermandades de Sevilla existe lo que te comento y creo es sabido por muchos.

Para nada dudo lo de la altura, pero en muchos casos, una vez que hay dos hombres iguales, hay que elegir otra "medida", y ésta suele ser el compadreo antes que respetar un listado de hermanos, o la iluisión tremenda por conseguir una ilusión desde niño, etc..

Quizás me haya dando cuenta tarde y haya hecho "el canelo" porque creia en la honestidad de muchas personas que despues me han defraudado.

Espero que sigas firme en tus convicciones y que te conviertas en uno de los mejores capataces de Sevilla.

Un abrazo.

Kiski dijo...

Debe ser muy grande ser costalero de la Virgen.

Este año quizás vuelva a verla después de unos 10 años.

A ver que pasa...

Un abrazo, me alegra verle escribir por aquí.

Paco Reguera dijo...

Si vienes, dame un toque!


Cuídese!

Paco Reguera dijo...

Amigo anónimo:

Supongo, por tus palabras, que eres joven.

No te rindas.

Un saludo!

fernandito dijo...

ante lo escrito por ti mejor no comentar nada.
solo que espero verte el dia 15 por la mañanita.
un saludo

franciscano dijo...

Enhorabuena Paco, no lo habia leido antes, pero sin duda chapeaù!!
al igual que a ti, mi padre me llevaba de la mano y posteriormente cada año me compraba una estampa diferente, dicha coleccion aun la guardo,mi padre sigue regalandome cada año esas estampas,pero desde hace dos soy yo el q le regala otra estampa a mi padre,tu me entiendes. un abrazo!!

Paco Reguera dijo...

Ele!!

Las cosas de esta bendita ciudad...

Le envidio enormemente duendecillo!!

Cuidese!!