lunes, 6 de agosto de 2007

AQUEL BARRIO QUE ESTA AL FINAL DE MI CIUDAD




Aquel barrio que está al final de mi ciudad. Paso obligado antes, para los viajeros que iban hacia Huelva y el aljarafe.

Limita al Norte con la Isla de La Cartuja, al Este con la calle ancha y Sevilla, al Sur con el barrio de Los Remedios, y al Oeste otra vez el río mas vivo que nunca. Aunque dudo si, como cantaran los sabios de la sevillana, Triana limita al Norte con un tejar de alfareros y al Sur con barca velera del puerto camaronero.

Triana es para mi mucho. Por no decir todo. A veces me pregunto cómo me puedo sentir tan trianero sin serlo. Quizás esté ahí mismo la respuesta. No lo soy. Y es por lo que me vuelvo más radical que cualquiera. Porque no la tengo. Porque me la arrancaron.

Mi padre nació en el antiguo 23 de la calle Castilla, en el corral de las Angarillas. Frente por frente a La O. Curioso que seamos del Cachorro, estando mi padre bautizado en La Parroquia. Siendo un chaval, tuvo que dejar el barrio para irse al extrarradio porque les tiraban la casa. A él como a otros tantos. Y además de demoler los corrales, acabaron con muchas otras cosas. Con la trianería de los que se fueron, aquellos que me contaban historias de la guerra, de fusiles en mano y ultrajes a Iglesias; historias de un taller de carros en el altozano, donde se ganaba la vida aquel hombre que dio vida a mi estirpe; tantas y tantas historias de la triana vieja.

Y acabaron también, con varias generaciones, que por una causa o por otra, no hemos podido volver a dormir en esa orilla del río. Quizás por eso, porque me la arrancaron, me duele Triana.

Por eso trato de vivirla día a día. No sólo en sus días grandes de la Velá, el Corpus chico, o el Viernes Santo, que también. Porque la siento mía. Porque me siento trianero. Sin serlo. Mire usted.



Por más vueltas que le doy, no me queda más remedio que seguir siendo quien soy.

2 comentarios:

Kiski dijo...

Triana es mucha Triana Paco.

Un Saludo

Paco Reguera dijo...

Y en Triana hay que morir.